Publicado 14 de diciembre de 2022 en Historia De Las Flores por Jessica Rodriguez
Hoy día los tulipanes son un símbolo nacional de Holanda, esta hermosa flor tiene una historia mucho más antigua y fascinante que comienza en Asia Central, específicamente en las regiones que hoy conocemos como Afganistán, Turquía y Pakistán.
Durante el El Imperio Otomano el tulipán fue una flor muy valorada, y mucho más en el reinado de Solimán el Magnífico. Se cultivaba en jardines reales y decoraba los turbantes de nobles y guerreros. el arte, la arquitectura y el diseño de aquella época inspiro su forma elegante y sus colores intensos.
En el siglo XVI, Ogier Ghiselin de Busbecq el embajador flamenco, fue enviado por la Casa de Habsburgo al Imperio Otomano, quedando maravillado con esta flor encantadora y envió bulbos a la ciudad de Leiden, Países Bajos, donde vivía su amigo Charles de L’Écluse, un médico y botánico de gran renombre .
L’Écluse estudió y cultivó estos bulbos en el Jardín Botánico de la Universidad de Leiden, llegando así a las bases del cultivo comercial de tulipanes nada más y nada menos que en Europa. Gracias a este trabajo, los Países Bajos se convirtieron en el epicentro mundial del cultivo de tulipanes, lo que más tarde daría lugar a la famosa «Tulipomanía».
El nombre tulipán tiene un origen curioso., a raíz de un error de Ogier, que al preguntar como se llamaba esa flor en la cabeza de un noble Turco que pasaba por allí, la persona que le asistía creyó que le hablaba del turbante y le dijo thoulypen, (derivado de la palabra persa dulband, que significa turbante) dando origen a el nombre de Tulipan.
Los Países Bajos proporcionaron un clima adecuado para el cultivo de Tulipanes, lo que permitiría su desarrollo como cultivo insignia de un país muy pequeño, pero a su vez muy rico. Con el tiempo, esta flor se convirtió en un símbolo de riqueza, lujo y belleza, especialmente durante la Tulipomanía del siglo XVII, cuando un solo bulbo podía valer más que una casa. Hoy en día, los tulipanes siguen siendo una de las flores más apreciadas del mundo, no solo por su belleza, sino por su historia llena de viajes, descubrimientos y conexiones entre culturas.